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domingo, 5 de diciembre de 2010

La Auditoría Forense y los riesgos del Contador Público



Como es bien sabido los desastres financieros de los últimos tiempos, han llevado a tomar medidas en el asunto de los delitos financieros, llamados delitos financieros de cuello blanco o delitos ejecutivos, en los cuales se tipifica a profesionales con formación, área de influencia y disposición de recursos propios o administrados que realizan actividades irregulares dentro del sistema financiero de un conglomerado corporativo, para establecer una red de crimen organizado el cual posee como artífice o cerebro financiero a prestigiosos profesionales con gran capacidad intelectual y experiencia al servicio del crimen. De sus prácticas han  quedado al descubierto técnicas contables y financieras anómalas con gran responsabilidad en los resultados de los ejercicios catastróficos de grandes emporios económicos como ENRON entre otras a quienes se les ha declarado muerte financiera en las últimas décadas, así como también de las burbujas hipotecarias y algunos forjadores  de la reciente crisis económica mundial.


Es este tema motivo de investigación y desarrollo de nuevas normas y regulaciones frente al ejercicio contable a nivel mundial, además tiene que ver con la ética, la ejecución y desempeño en la profesión del Contador Público, persona que se ve avocada en el desarrollo de una profesión liberal de gran responsabilidad social, a asumir una conducta radical en cuestiones normativas atinentes a la ejecución de su profesión.

Delitos como corrupción administrativa, violación de controles internos, fraudes  corporativos, alteración, falsificación y robo de cheques y de títulos valores o documentos financieros, uso de plataformas informáticas para robo de información y/o cuentas bancarias, entre otros como el Lavado de activos están implícitos en los delitos financieros, que en algunos países como E. U. A., se denominan a cualquiera de ellos como lavado de activos y financiación al terrorismo.

En este contexto nace la auditoria Forense como herramienta indispensable en la investigación y detección de estos delitos que hasta antes de 1995 no tenían el alcance y conocimiento requerido por los investigadores criminales, quienes solo poseían conocimientos técnicos policiales en criminalística y quienes realmente poseían las habilidades y el conocimientos para auditar y dictaminar sobre este tipo de delitos eran los contadores públicos, revisores fiscales y otros profesionales en Colombia que no contaban con el apoyo judicial para actuar como peritos o expertos en proceso judiciales. 

En el argot de la profesión contable  a nivel mundial ya se define La contaduría forense como una disciplina que permite reunir y presentar información contable, financiera, legal, administrativa e impositiva, que provee de un análisis contable que será aceptado por la corte, ya que formará parte de las bases de la discusión, el debate y finalmente el dictamen de la sentencia contra los perpetradores de crimines económicos.

El rol principal de la contaduría forense hace relación a la aplicación del análisis de hechos financieros a problemas legales, asistiendo a las compañías en la identificación de las áreas claves de vulnerabilidad e implicarse en las investigaciones y en los procedimientos legales

Es decir que nace como una necesidad, un reto de formación y  certificación a los contadores en el área judicial con el fin de que tengan la pertinencia legal y de competencias profesionales para actuar en la investigación y prevención de delitos financieros.

Hoy en Colombia El Auditor forense, ostenta la calidad de “Experto o Perito”, y sus informes periciales o dictámenes tienen el reconocimiento legal en procesos de investigación de  delitos financieros entre otros, para lo cual debe inscribirse en la rama de justicia y acreditar su formación y experiencia.

El Auditor Forense debe asumir una visión clara de su rol en la auditoria forense, que no posee atribuciones de investigador criminalista, o policial. Es un investigador con calidad de “Experto” o “Perito”, en tal sentido debe orientar su actuación de auditor o investigador en presunción de un delito, acerca de movimientos financieros, contables, tributarios o económicos en cualquier área.

El Auditor forense Contador Público se convierte en excelente auxiliar de la justicia, pues además de su autoridad en el campo contable financiero, conoce perfectamente las áreas en donde el investigador criminal habitual no tiene la pertinencia ni  la experticia.

Como se puede observar la auditoría forense  se vislumbra como un gran campo de acción para el contador público, para lo cual posee bastante acierto en su formación y experiencia la cual debe ser complementada con la parte judicial, también se infieren los grandes riesgos a los que está expuesto como consecuencia de sus actuaciones tanto en dicha práctica de auditor como en desempeño  normal atestando con su firma la información financiera pública de entes económicos.

Hasta el próximo artículo

Teresita Vallejo 

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