Emprendimiento una opción para el progreso

domingo, 28 de noviembre de 2010

Desafíos en Responsabilidad Social de las empresas

El tema de responsabilidad social en las empresas enmarcado en el mundo globalizado, representa nuevos desafíos referidos a la conducta ética empresarial en una prospectiva de sostenibilidad planetaria.

Hoy las grandes multinacionales esgrimen argumentos y se ven avocadas a avanzar y comprometerse con programas que orienten el logro de sus metas y crecimiento en actividades que arrojen un triple balance proyectado a la responsabilidad social y desarrollo del ser humano en un entorno ambiental equilibrado con una base económica al servicio de estos factores.

Los cambios de la era implican tendencias que ofrecen retos como son enfrentar una sociedad civil mas empoderada y unos consumidores más exigentes con amplios conocimientos y conciencia global, que son  concebidos a través de la transferencia de la información producida por la TICs a grandes velocidades lo cual otorga poder de decisión y participación.

Así mismo el relevo generacional enfrenta problemas donde vemos como se agudizan crisis de ética y valores en el mundo, con notables repercusiones en el mundo empresarial y financiero, una mayor brecha educativa entre pobres y ricos que convoca a un replanteamiento del modelo en búsqueda de  equilibrio y sustentabilidad.

Abordar el tema de responsabilidad social implica una manejo integral en lo económico, lo ambiental y lo social, con un eje articulador que corresponde a la búsqueda de sostenibilidad, que va mas allá de las definiciones y prácticas que hasta ahora se han desarrollado y que según el profesor Francois Vallaeys se define como La Ética de Tercera Generación que integra los conceptos de bondad y justicia con un elemento común que busca la subsistencia y perduración en el tiempo de biosistemas en equilibrio.

Es por ello que tanto las grandes economías como las emergentes, promueven sus acciones a trabajar en pos de índices que miden la transparencia, la calidad de vida y desarrollo humano con unos objetivos obligados de atención inmediata, como son la protección del medio ambiente, avance en la educación, cobertura en alimentación, conflicto armado y pobreza extrema entre otros no menos importantes y subyacentes a estos.

Queda entonces atrás el concepto de responsabilidad social con una mirada filantrópica, donde inicialmente la función se atenía a la ética de primera generación basada en la bondad de las relaciones interpersonales o de segunda generación basada en la justicia de la estructura social gracias al reconocimiento de los derechos de todas las personas), y situando la raíz del problema de insostenibilidad de nuestra sociedad en la mala representación que el sujeto moderno se hace de sí mismo como de un ser separado de su propio planeta, podemos ahora esbozar los grandes rasgos de una ética de tercera generación, tal como la necesitamos hoy en nuestra época de globalización.  El sujeto de la ética de 3ra generación no es solamente una “buena voluntad”, ni un mero “sujeto jurídico” políticamente comprometido con las injusticias de su sociedad. Es TAMBIEN un ser en conexión íntima con todo y que reconoce su vínculo y sus responsabilidades frente a todo, es decir al gran Todo planetario y a cada quien en él (Mitakuye oyasin), no sólo frente al prójimo o al alter ego humano. Como lo reafirma en sus escritos el filósofo Francois Vallaeys.

Hasta el próximo artículo
TereVallejo

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